En aquellas personas con pieles propensas al acné, hay una pregunta que siempre está en boca de todos; ¿cómo podemos librarnos de los granitos rápidamente? Por fortuna, hoy en día existen múltiples opciones que puedes encontrar en una oficina de farmacia.
Para aquellos que presentan un acné de gravedad leve (unos cuantos puntos negros y granitos que afecten al menos del 50% del rostro) será suficiente con aplicar un dermocosmético y/o un producto con peróxido de benzoílo o un producto que contenga un retinoide para ayudar a eliminar la obstrucción de los poros.
En caso de no observar mejoría al emplear dichos cosméticos o de presentar un acné de mayor intensidad, es cuando debemos acudir a nuestro dermatólogo, que tras un análisis de nuestra piel nos pautará el tratamiento más adecuado. De hecho, en casos de acné moderado a severo, el uso a su debido tiempo de medicamentos puede prevenir el empeoramiento de los síntomas y reducir el riego de que se formen cicatrices.
Por vía oral, existen dos tratamientos a los que con mayor frecuencia suelen recurrir los especialistas. Por un lado, están los derivados de la isotretinoína o 13 cis retinoico. Sin duda, es el medicamento más efectivo, pero debido a su peligrosidad sólo se recetan en casos de acné severo donde no se han obtenido resultados con otras alternativas. Y, por otro lado, están los antibióticos por vía oral o tópica. Es el tratamiento más común, pero no por ello debemos obviar sus efectos secundarios y la necesidad de respetar los tiempos y la pauta marcadas por el médico.
Pero, ¿en qué basan su efectividad los antibióticos a la hora de combatir el acné? Además del exceso de sebo y las células muertas, existen bacterias implicadas en la aparición de los granitos. Se introducen en los poros saturados, donde se multiplican, provocando inflamación y enrojecimiento. Entre ellas, la principal es el propionibacterium acnes. Los antibióticos además de combatir dichas bacterias van a reducir la producción de sebo, lo que a su vez reduce la posibilidad de que el poro se obstruya.
Dentro del gran mundo de los antibióticos, los más efectivos para este campo son: la tetraciclina, la doxiciclina, la minociclina o la eritromicina por su gran efecto antiinflamatorio y su capacidad para inhibir el crecimiento del propionibacterium. Para aumentar la efectividad del antibiótico por vía oral prescrito, se recomienda combinarlo junto con retinoides tópicos y peróxido de benzoílo.
Los antibióticos, como todo medicamento, presentan efectos secundarios entre los que se encuentran malestar estomacal, mareos y un aumento de la sensibilidad al sol. Asimismo, deben usarse durante la menor cantidad de tiempo posible para reducir el riesgo de presentar resistencia. Por ello, es imprescindible usarlos SOLO bajo recomendación médica, nunca siguiendo los consejos de numerosas influencers que se han dedicado a compartir sus experiencias usando las eridosis o la mupirocina para combatir su acné cuando lo han necesitado. Obviamente son efectivas, como hemos visto anteriormente, pero su compra indiscriminada y sin control lo único que favorece al aumento de resistencias y que llegue el día en que ningún antibiótico sea efectivo para combatir cualquier infección
Por favor, si tenéis acné actuar siempre bajo el consejo de un profesional, desde la oficina de farmacia estaremos encantados de atender todas vuestras dudas. Recordar, que siempre es mejor prevenir, que curar.