¿Has oído hablar alguna vez de los llamados inhaladores de polvo seco? Igual si te digo inhalador Turbuhaler te suena más, ¿verdad?. Él va a ser nuestro protagonista de hoy ya que es uno de los dispositivos de inhalación más prescrito por los profesionales sanitarios.
A la hora de tratar patologías del sistema respiratorio lo más común es la administración de fármacos por vía inhalatoria ya que permite el acceso directo del fármaco al sistema broncoalveolar. Con esto conseguimos que el efecto sea mucho más rápido que si lo administramos por vía oral. Además, se requieren menos dosis de fármaco y por tanto existe menor riesgo de efectos secundarios. El principal inconveniente que presenta esta vía es la necesidad de entrenamiento en la técnica de administración.
Diversos estudios revelan que el tratamiento inhalado sin educación es un fracaso anunciado, y al contrario, una buena técnica de inhalación se asocia con mayor estabilidad del asma, menos crisis y hospitalizaciones y mayor grado de satisfacción.
¿Qué es un inhalador Turbuhaler?
Se trata de un dispositivo que contiene el fármaco en forma de polvo micronizado (muy muy fino) que se libera tras una inspiración activa del paciente. Como no contiene ningún tipo de gas propelente y todo el esfuerzo de la inhalación lo tenemos que hacer nosotros, es muy importante realizar la inhalación de forma correcta.
- No es necesaria la coordinación entre pulsación e inhalación.
- La dosis liberada de fármaco es uniforme.
- Son dispositivos pequeños, fáciles de manejar y transportar.
- Informan de las dosis que quedan disponibles.
¿Y sus inconvenientes?
- Es complicado apreciar la inhalación, lo que puede dar lugar a una sobredosificación. De ahí la importancia de tener una buena técnica de inhalación.
- Requieren una inhalación profunda para su uso correcto.
- No se pueden usar en niños menores de 6 años ya que no podemos incorporar cámara de inhalación.
- Su precio es más elevado.
¿Cómo se utiliza?
- Desenrosca y levanta la tapa, manteniendo el dispositivo en vertical.
- Gira la rosca hasta el tope en dirección derecha para cargar la dosis. Oirás un “click”. Después, gira la rosca hasta su posición original.
- Manteniendo la boquilla alejada, expulsa todo el aire de la boca.
- Ajustar la boquilla entre los labios, sujetando el inhalador por la zona de la rosca, sin obturar ninguno de los orificios e inhala enérgica y profundamente.
- Sacar el inhalador de la boca, aguantar la respiración durante unos 10 segundos y luego expulsar el aire lentamente.
- Si se necesita una nueva dosis, repetir todos los pasos desde el punto 2 con un intervalo de 30 segundos a 1 minuto entre cada dosis.
- Enjuagar la boca al finalizar, tapar el inhalador y guardarlo en un lugar seco.
Si prefieres ver toda esta información recogida en un vídeo pincha aquí.
Para terminar, unos consejos para el mantenimiento y uso de nuestro dispositivo:
- A la hora de limpiar la boquilla o el dispositivo siempre con un paño seco ya que la humedad puede apelmazar el fármaco.
- Evita soplar en la boquilla una vez cargado. Si has soplado o se te ha caído el inhalador, vuelve a cargarlo.
- Carga siempre el dispositivo en posición vertical.
- A la hora de la inhalación debes estar de pie o sentado, nunca tumbado.
Si te surge cualquier duda o quieres saber si estás usando bien tu inhalador ya sabes donde encontrarnos, estaremos encantadas de ayudarte.