La queratosis actínica es una lesión de la piel crónica precancerosa que está relacionada con las sobre exposición al sol. Por ello aparece en zonas que han estado expuestas al sol, sobre todo en la cara y en las manos, ya que las llevamos destapadas todo el año.

Cualquier lesión que aparezca y además no cicatrice en estas zonas debe ser revisada por un dermatólogo para que puedan ser evaluadas, y en caso necesario tratadas.

La queratosis actínica pueden remitir espontáneamente, aunque en la mayoría de los casos si no se tratan, estas lesiones pueden evolucionar hasta convertirse en cáncer de piel del tipo carcinoma de células escamosas.

Hasta hace poco, se veían estas lesiones en personas  mayores de 60 años, pero últimamente en la farmacia ya la vemos a partir de los 50. Afecta a un 15 % de la población Europea.

Hay varios factores que predisponen a sufrir queratosis actínica, como son la raza ( fototipos I y II), edad avanzada y sexo masculino. También predisponen ciertos tratamientos como los inmunosupresores, pacientes con antecedentes de quemaduras solares durante su infancia exposición al Sol.

Las recomendaciones para evitar este trastorno son.

1- Prendas y gafas con filtro ultravioleta. Hombres, importante sombrero

2- Renovar con frecuencia la aplicación de un protector solar de amplio espectro.

3- Evitar bronceado artificial y exponerse al sol después de aplicarse productos perfumados.

4- Evitar exponerse al sol en las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 16:00

5- Si se toman ciertos fármacos fotosensibilizantes, evitar la exposición solar.

La queratosis actínica se presenta en forma de manchas o costras pequeñas que pueden aparecer gradualmente, son muy secas y ásperas; se sienten como papel de lija. Tienen tonos desde los rojizos a los marrones, e incluso elevaciones color piel.

En la fase más avanzada las  lesiones pueden sangrar o supurar. Suelen ser de unos              3 milímetros de diámetro y de presencia única o múltiple.

El dermatólogo hará el diagnóstico por palpación, inspección visual, y en caso de duda utilizara otras técnicas, incluso la biopsia.

Si  observas un cambio en tu piel o en la de un ser querido es importante que os reviséis en el dermatólogo.