” ¿Te has lavado los dientes? “
Estoy segurísima de que os suena esta pregunta… Pues no os canséis de hacerla porque enseñar a los niños métodos de higiene bucal apropiados es una inversión en salud para toda la vida.
Solemos pensar que el comienzo de la higiene dental de los peques de la casa debe ser cuando les han salido las primeras piezas dentales (entorno a los 2 años) y para ese momento puede que hayan aparecido las primeras caries.
El cuidado dental de los niños debe empezar a partir de los 4 meses, que suele coincidir cuando se deja la lactancia y se empiezan a introducir papillas y otros alimentos. A partir de esta edad es cuando al niño le nace el primer diente y, durante esta etapa, el tipo de comida que consuma puede afectar a su salud dental durante toda su vida. De hecho, se ha determinado que existe una correlación entre el consumo de bebidas azucaradas durante la infancia, y el consumo posterior de alimentos con gran contenido en azúcar.
La mejor manera que tenemos para enseñar unos buenos hábitos de higiene bucal a nuestros hijos es dar ejemplo; cuidando nuestros propios dientes el niño recibirá el mensaje de que la salud dental es algo importante.
Todo lo que hagamos para fomentar la higiene dental debe resultar divertido para los niños, no deben ver el cepillado de dientes como un castigo. Podemos intentar cepillarnos con ellos, que sean los propios niños los que elijan el cepillo de su color o personaje favorito… cualquier estrategia será buena con tal de proteger sus dientes y encías y evitar la formación de caries.
Es un error pensar que los problemas dentales solo aparecen en adultos, los niños también pueden tener patologías como por ejemplo la hipoplasia de esmalte, que consiste en una mineralización deficiente del esmalte durante la formación de los dientes. Muy a menudo, la enfermedad afecta a los dientes de leche. Es en la infancia que la enfermedad puede penetrar fácilmente en el tejido mas profundo (dentina). Por lo tanto, la hipoplasia del esmalte en un niño puede causar una destrucción completa del diente. En estos casos hay que tener especial atención y realizar revisiones periódicas, muchísima higiene y el uso de colutorios con flúor para proteger el esmalte.
¿Que técnicas de cepillado podemos enseñar a los niños?
Es importante supervisar el cepillado de los niños hasta que dominen estos simples pasos:
- Es importante comenzar con técnicas de higiene bucal desde antes de que le salgan los dientes, cuando el niño es un bebé: desde el nacimiento y hasta la aparición de los primeros dientes (alrededor del año), se deben limpiar la boca y las encías con una gasa humedecida en agua o con un dedal de silicona, una vez al día. Cuando aparezcan los primeros dientes de leche, es recomendable utilizar un cepillo de dientes infantil humedecido en agua, de filamentos redondos y cabezal pequeño, adecuado al tamaño de la boca. Cuando el niño haya aprendido a escupir, se puede utilizar una pequeña cantidad de dentífrico infantil fluorado, supervisando siempre que el niño no se trague el producto.
- Utilizar una cantidad adecuada de pasta dental, aproximadamente del tamaño de un guisante. No hagamos caso a los anuncios de la televisión en los que se llena el cepillo de pasta, no es necesario, solo supondrá un mayor gasto. El dentífrico debe llevar la cantidad de flúor adecuada a cada edad. Hasta los 6 años las pastas no deben llevar más de 500 ppm de flúor, luego de 6-12 años entre 100 y 1450 ppm de flúor.
- Es recomendable que el niño tenga un cepillo infantil propio, de cabezal pequeño y filamentos suaves y de punta redondeada. No olvides renovar el cepillo como máximo cada tres meses.
- Usar enjuague bucal después del cepillado.
- Hay que utilizar hilo dental para eliminar la placa entre los dientes y debajo de la encía para evitar que se endurezca y convierta en sarro.
- Cepillarse la lengua puede resultar divertido.
Técnicas para cepillarse los dientes:
- Colocar el cepillo de dientes formando un ángulo de 45° con las encías.
- Mover el cepillo adelante y atrás suavemente con movimientos cortos que cubran los dientes por completo.
- Cepillar los dientes por las superficies exteriores, las interiores y las de masticar.
- Para limpiar las superficies interiores de los dientes frontales, inclinar el cepillo en sentido vertical y realice varios movimientos arriba y abajo.
- Cepíllese la lengua para eliminar las bacterias y mantener el aliento fresco.
El cepillado de dientes se debe realizar después de cada comida, el problema es que con las nuevas recomendaciones de nutrición de realizar cinco comidas diarias, es complicado poder hacerlo. Así que por lo menos es obligatorio lavarse mañana y noche.
La saliva juega una función defensiva natural frente a las caries, ya que diluye y elimina los azúcares y mantiene constante el pH de nuestra boca, arrastra los restos de comida que quedan en la boca, neutraliza los ácidos producidos por la placa bacteriana y aporta a los dientes el calcio y fosfato necesarios en un proceso que se denomina remineralización. Por eso es INNEGOCIABLE el cepillado nocturno ya que es por la noche cuando disminuye la producción de saliva y se produce un mayor desarrollo de las bacterias, aumentando la probabilidad de aparición de caries.
La salud de tus dientes está en tus manos y recuerda:
¡¡ DESPUÉS DE TUS OJOS LO PRIMERO QUE TE VEN SON LOS DIENTES!!