Cada vez sois más los que estáis pensando en haceros un tatuaje nuevo en vuestra piel. Por ello, en el blog de esta semana, hablaremos sobre los cuidados necesarios para que podáis lucirlos sin ningún tipo de problema.
Elegir un buen tatuador, sólo es el primer paso de todo el proceso. Un tatuaje es una herida y por tanto, hay que cuidarlo como tal sobre todo para evitar posibles infecciones. A continuación, vamos a repasar cuáles son los pasos básicos a seguir una vez salimos del estudio.
- Escuchar atentamente los consejos del tatuador o tatuadora, son los profesionales del sector y los años de experiencia laboral, su mejor aval.
- Antes de salir del estudio, el tatuador nos cubre el tatuaje ya sea con papel film o un apósito para evitar una posible infección bacteriana, puesto que la zona de la piel se encuentra hipersensible y hay una elevada probabilidad de que penetren numerosas bacterias. Deberemos de dejar puesto este vendaje mínimo de 2 a 3 horas.
- Una vez ha pasado el tiempo indicado por el tatuador, procederemos a retirarlo y efectuaremos el primer lavado. Para ello, además de tener las manos totalmente higienizadas, emplearemos un jabón sin aromas y con PH neutro (aproximadamente 5,5). Frotaremos con las manos cuidadosamente y evitaremos que el agua caiga directamente sobre la zona ya que podría dañar el tatuaje (puedes echarla tú mismo con las manos). Cuando termines, usar un papel de cocina para secarlo. Da pequeños toques, nunca frotar directamente. A continuación, déjalo al descubierto para que la piel respire y se evapore el exceso de humedad.
- Cuando el tatuaje esté completamente seco, posiblemente empieces a notar la piel tirante. Aplicar una capa fina, lo suficiente para que el tatuaje brille, de pomada indicada para la cicatrización de tatuajes. Generalmente, las que todos los tatuadores suelen recomendar son o bien el bepanthol tattoo o la aquaphor de eucerin. Ambas están clínicamente probadas y son ideales para cuando la piel está herida o irritada puesto que aceleran su regeneración.
- Repetir el proceso de lavado y aplicación de la crema unas 2-3 veces al día durante 3 o 5 días como mínimo. Asimismo, algunos tatuadores suelen recomendar que continúes cubriendo el tatuaje las primeras 24-48 horas (cambiando el vendaje cada 6 horas) puesto que el tatuaje sigue supurando tinta y no queremos que nos manche ni la ropa ni las sábanas y otros, que lo dejes al aire para que cicatrice mejor, ambas opciones son válidas así que sigue las indicaciones que te hayan pautado. En caso de que el tatuaje esté en una zona muy expuesta (mano, muñeca o pie), lo ideal sería que repitieras el proceso de lavado unas 5 veces al día.
acabar citar algunas de las recomendaciones que solemos hacer desde la oficina de farmacia:
- No importa el tamaño del tatuaje, todos precisan cuidado por igual. Si no lo cuidas puedes dañarlo considerablemente además de arriesgarte a una posible infección.
- No sustituir la pomada protectora por vaselina pura. Sí que es verdad que ambas generan una fina capa y que aportan brillo al tatuaje, pero al final la vaselina es un simple lubricante, no favorece la regeneración de la piel de la misma manera ni cuida el color del tatuaje de la misma manera. Aunque vuestro tatuaje sea pequeño y penséis que os va a sobrar mucha crema, podéis conservarla como parte de vuestro botiquín. No es exclusiva de tatuajes, en todo proceso de dermatitis, picor, quemazón o irritación podrán ser utilizadas gracias a sus propiedades.
- Nunca te rasques. En todo proceso de cura es normal la aparición de pequeñas costras, deja que se caigan solas. Si las arrancas posiblemente dañes el tatuaje, favoreciendo la aparición de zonas más claras que otras. El frío puede ayudar a disminuir la picazón, coloca un paquete de gel sobre el tatuaje con cuidado.
- Hasta que el tatuaje no esté curado del todo evitar sumergirlo en agua. Cuando nos vayamos a duchar, cubrirlo siempre con un apósito o film transparente. También no acudir a saunas ni salas de vapor ya que la humedad favorece la eliminación de los pigmentos.
- Por último, evitar su exposición directa al sol. Los rayos de sol aclaran la tinta. Las primeras semanas cubrirlo para que el sol no le incida directamente y después aplicar una protección solar con elevado spf, para así lograr mantener los colores por más tiempo.
Si sigues todas estas recomendaciones, a las 4-6 semanas tu tatuaje estará perfectamente curado y listo para lucirlo Para cualquier duda, ya sabéis donde estamos.
¡Hasta la próxima!