Todos o casi todos, en especial las mujeres, hemos padecido alguna vez en nuestra vida de cistitis: una incómoda infección urinaria que genera escozor, dolor al miccionar y ganas recurrentes de ir al baño. La causa más común es de origen bacteriano. Microorganismos como Escherichia coli, Proteus o Enterococcus, llegan a la vejiga subiendo desde la uretra, colonizándola y causando su posterior inflamación. En las mujeres, la uretra presenta una longitud de entre 3-5cm, mientras que en los hombres está entre 13-16 cm, de ahí que seamos más susceptibles a este tipo de patología. Otros factores que favorecen su aparición son la diabetes, la edad avanzada, el embarazo, el uso de sondas, la falta de higiene íntima o una higiene deficiente, el uso de ropa ajustada por el exceso de transpiración, la disfunción prostática en el caso de los hombres debido a la retención de orina, bañarse en aguas contaminadas o la práctica sexual de riesgo.
Entre los síntomas más frecuentes que suelen ir asociados a la cistitis nos encontramos con la polaquiuria (micciones escasas y repetidas), la disuria (escozor y dolor al orinar), la nicturia (micciones repetidas durante la noche) y en ocasiones puede aparecer febrícula, dolor abdominal y orina turbia o con sangre. En caso de presentar esta sintomatología, lo recomendable es acudir al médico. Este, a través de un análisis simple de orina con estudio de sedimento urinario y una tira reactiva con determinación de leucocitos, gérmenes y nitritos nos proporcionará el diagnóstico definitivo.
Como se trata de una infección causada por bacterias el tratamiento principal se fundamenta en la toma de antibiótico por vía oral, el famoso monurol. La dosis, la pauta y la duración del tratamiento deben ser controladas por un médico. No obstante, el monurol no es el único tratamiento disponible en el mercado. Desde el punto de vista fitoterapéutico existen una serie de preparados alternativos a base de plantas que, por un lado, ejercen una acción antiséptica y antiinflamatoria del tracto urinario y, por otro, facilitan la eliminación de las bacterias mediante la estimulación de la diuresis. Casi todos presentan como ingrediente principal el arándano rojo por su potente actividad bacteriostática al impedir la adhesión de las bacterias a la vejiga y su proliferación en el cuerpo; el pomelo, la uva ursina o el maíz son otras de las plantas que también encontraremos en su composición. Otra opción también puede ser recurrir a la aromaterapia, muy de moda a día de hoy, tomando 2 gotas disueltas del correspondiente aceite esencial en una cucharadita de miel de 1 a 3 veces al día. Entre los aceites esenciales más adecuados nos encontramos el de enebro, eucalipto, tomillo y albahaca.
Lo más importante a tener en cuenta en relación con este problema, que suele ser benigno, pero que puede ocasionar complicaciones, es su recurrencia. Para reducir los factores de riesgo que contribuyen a la repetición de los episodios a continuación os dejo una serie de medidas higiénico- sanitarias muy útiles a la hora de prevenir la infección.
- Beber 1,5 litros de agua al día. Los líquidos son buenos aliados para arrastrar a las bacterias adheridas al tracto urinario.
- Lavados genitales dos veces al día con un jabón específico de higiene íntima neutro o adecuado a la edad de la mujer.
- Lavarse y secarse siempre de adelante hacia atrás.
- Vigilar la dieta, conviene incrementar la ingesta de frutas y verduras (como el nabo, el apio, las espinacas o las acelgas)
- Utilizar ropa interior de algodón.
- Micción frecuente y fuerte.
- Miccionar antes y después de las relaciones sexuales para eliminar cualquier bacteria que se haya podido introducir durante la cópula.
- Uso de compresas y tampones no prolongado.
- Evitar el estreñimiento, ya que se favorece el crecimiento de bacterias a nivel rectal, las cuales pueden contaminar las zonas adyacentes.
- Ejercicio físico diarios, sobre todo aquellas actividades que favorecen la relajación de los músculos pélvicos (yoga o gimnasia suave).
Con estas recomendaciones espero que consigáis disfrutar de una vejiga saludable durante todo el año.