Puede ser un poco complicado hablar de probióticos o bacterias beneficiosas; si no partimos de unos datos previos. Desde que nacemos, todo nuestro cuerpo está colonizado por bacterias que vivirán con nosotros para toda la vida. A estas bacterias que nos ayudan en nuestro día a día, Se las conoce como flora bacteriana, son el conjunto de microorganismos que conviven en nuestro cuerpo sin causarnos enfermedad. Las hay por todas partes, en la piel, vías respiratorias, vagina, oído…. y la más conocida la flora intestinal.
Como ya he comentado, dichas bacterias nos ayudan para protegernos de otros microorganismos infecciosos, e incluso, fabrican vitaminas para nosotros, como son algunas vitaminas del grupo B y en especial la vitamina K, que es fundamental para la coagulación de la sangre. Esto último, es algo muy a tener en cuenta en los pacientes que están tomando anticoagulantes como el famoso Sintrom.
En cambio, los prebióticos, son el alimento de estas bacterias ayudantes; se encuentran de forma natural, sobre todo en frutas y verduras. Este alimento de las bacterias las ayuda a reproducirse e instalarse. En el caso de la flora intestinal, además ayudan a que las heces aumenten su volumen, y con ello se favorezca el tránsito intestinal; por lo que se suelen añadir a algunos reguladores intestinales.
Entonces….¿cuándo, cómo y por qué es interesante tomar probióticos?
-Sobre todo, cuando estamos tomando algún antibiótico. ¿Por qué?, porque el antibiótico=anti-vida, mata tanto las bacterias buenas, como las malas; entonces nuestras amigas dejan sus casitas vacías, y cualquier microorganismo oportunista, puede aprovechar y OKUPAR sus casas, y ello conlleva a una nueva infección, sobre todo por hongos y levaduras. Estas nuevas infecciones son molestas y complicadas de tratar.
-Cuando nuestro sistema de defensa anda un poco flojo, y necesita la ayuda de algunos aliados que hagan de barrera protectora.
-Estando en tratamientos con medicaciones que alteran nuestro sistema de defensa ( inmunosuprimidos)
-Si hemos sufrido varias enfermedades infecciosas repetitivamente, y no terminamos de levantar cabeza.
-En diarreas, aunque no hayamos tomado antibióticos, esas cascadas arrastran la flora, y no está de más aportarle al intestino, nuevos colonizadores; lo cual hace que la recuperación sea más rápida, y la retención de la heces también.
Pero mucho OJO; ni todos los probióticos son iguales, ni todos sirven para todo. Para que sea eficaz, es preciso que las bacterias que aportemos, lleguen vivas al intestino, y en un número suficiente.
Un buen complemento debe cumplir 4 reglas de ORO:
- Estar en cantidad suficiente. >1.000 UFC ( unidades formadoras de colonia)
- Vivos o liofilizados, por eso algunos son de conservación en nevera ( 2-8 grados)
- Cepas: familia, género,especie
- Forma farmacéutica. ( cápsula, comprimido, sobre, solución, suspensión,gragea…). Lo más adecuado son los polvos y las cápsulas. Ya que para preparar un comprimido se deben usar temperaturas de más de 50 grados, que podrían matar las bacterias
Normalmente, se utilizan cubiertas entérica ( protegen el contenido del ácido del estómago), para de esta forma asegurar la supervivencia.
Para completar la acción y hacer más completos los productos; se le suelen añadir los prebióticos o alimento de las bacterias. Los más conocidos son los FOS ( fructooligosacáridos). Pero también encontramos otras sustancias como fosfolípidos, lactoferrina, glutamina, vitaminas B, y vitamina D que ayuda a aumentar la inmunidad.
Pero atención; también existen unas normas de correcto uso. Se deben tomar en ayunas; por la mañana es cuando hay menos ácido en el estómago, y se deben esperar unos 15 minutos antes de comer cualquier alimento. Si se está tomando antibiótico; se deben separa las tomas, al menos 3 horas. Ingerirlos con un líquido frío o como mucho tibio, porque a nuestras amigas no les gustan las altas temperaturas; les gusta la temperatura de nuestro cuerpo.
Tener amigos y aliados es bueno en la vida; sean del tamaño que sean.
Un saludo, y hasta el próximo post.