Como ya comentamos en una entrada anterior, en la MENOPAUSIA se produce una disminución de los estrógenos. Con menos estrógeno, los tejidos vaginales se hacen más delgados, más secos, menos elásticos y más frágiles.
La atrofia vaginal es el adelgazamiento, resequedad e inflamación de las paredes vaginales que puede ocurrir cuando tu cuerpo tiene menos estrógenos.
En muchas mujeres, la atrofia vaginal hace que las relaciones sexuales sean dolorosas, y poco placenteras. Además se pueden notar ciertos trastornos urinarios que antes no aparecían. Debido a esto se utiliza el término de “síndrome genitourinario en la menopausia (GSM)”
Los síntomas del GSM pueden empezar a producir molestias incluso años previos a la menopausia, y pueden seguir siendo un problema varios años después del comienzo de la menopausia.
Es una afección común, pero no todas las mujeres menopáusicas tienen que sufrirla. La actividad sexual regular, con o sin pareja, puede ayudarte a mantener los tejidos vaginales sanos.
¿Qué podemos notar si sufrimos GSM?
- Sequedad vaginal
- Ardor vaginal
- Secreción vaginal
- Picazón genital
- Sensación de ardor al orinar
- Urgencia de orinar
- Necesidad de orinar a menudo
- Infecciones urinarias recurrentes
- Incontinencia urinaria
- Sangrado leve después de mantener relaciones sexuales
- Molestias durante las relaciones sexuales
- Menor lubricación vaginal durante la actividad sexual
- Estrechamiento y acortamiento del canal vaginal
¿Cómo podemos minimizar estas molestias?
- Lubricantes naturales para la menopausia: se aplican en el momento de tener relaciones sexuales para evitar que éstas resulten dolorosas.
- Hidratantes vaginales: un tratamiento continuado para mantener sanos e hidratados los tejidos vaginales. Igual que hidratamos la piel del rostro o del cuerpo, también podemos hacerlo en la zona vaginal.
- Tratamientos hormonales locales: bajas dosis de estrógenos para mejorar la humedad y el grosor de los tejidos de la vagina, aplicados en crema, óvulos o comprimidos. Estos tratamientos estarán prescritos por el ginecólog@, tras una exploración y valoración del estado vaginal.
- Evita el uso de jabones no específicos de la zona vulvovaginal. Esta zona tiene una características específicas y con un Ph diferente al de la piel. Los jabones normales pueden alterar el pH natural de las mucosas.
- Mantente hidratada. Bebiendo mucha agua favorecerás la hidratación de la piel y todas las mucosas, entre ellas la mucosa vaginal. Así prevendrás infecciones de orina.
- Disfruta de una vida sexual activa y plena. Las relaciones sexuales son una forma natural de estimular la producción de flujo. Son el gimnasio para tu mucosa; aumenta la circulación sanguínea y se favorece la hidratación vaginal. Los preliminares son importantes para incitar la excitación y el deseo.
- Presta atención a ciertos medicamentos. Los antidepresivos, antihipertensivos, antiulcerosos y antihistamínicos pueden provocar sequedad de las mucosas.
Conclusión:
Como ves, la sequedad vaginal tras la menopausia es algo muy normal y generalizado, pero conociendo lo que pasa y tomando unas medidas básicas, tiene tratamiento y solución.
Consulta a tu ginecólog@, recuerda hacer tus revisiones ginecológicas anuales.
Consulta a tu farmacéutic@ y mantén unos hábitos de vida saludables para mejorar tu hidratación vaginal.