EL POST DE HOY NOS LO EXPLICA:
A N A E S T É V E Z
¿Has oído alguna vez hablar de las copas menstruales? ¿Tienes dudas y no sabes si son para ti? ¡¡Este es tu sitio, sigue leyendo para encontrar la respuesta!!
Como todos sabemos, la menstruación es una cita mensual para todas las mujeres durante un periodo muy largo de sus vidas. Durante mucho tiempo las alternativas que había para afrontar la situación eran las compresas o los tampones, pero con el paso de los años las copas menstruales cobraron mucha importancia, siendo hoy en día la opción más saludable y ecológica.
Poco a poco se van incorporando al ritual mensual de cada mujer, pero todavía hay muchas que no se atreven, en parte por falta de información. En este post trataremos de abordar todos los aspectos importantes sobre las copas menstruales para ayudarte a tomar la mejor decisión.
- ¿Qué es una copa menstrual?
Es un producto de higiene femenina, un recipiente reutilizable en forma de embudo, que se introduce en la vagina y se ajusta a las paredes de esta para recoger el flujo durante la menstruación. La sangre se queda depositada en el interior hasta que la copa se extrae y se desecha el líquido.
Tiene una duración de hasta 12 horas, dependiendo de la cantidad de flujo de la persona. La mayoría se elaboran con silicona líquida médica, que es hipoalergénica, compatible con el organismo y resistente a las bacterias. Los diferentes colores se consiguen con colorantes alimentarios no peligrosos para la salud.
Ventajas
- Saludable: compatible con la microbiota vaginal, no modifica el pH por lo que no desestabiliza la protección natural de la zona. Además, no deja restos de fibras como si ocurre con los tampones.
- Cómoda: no necesita cambios frecuentes, se puede llevar hasta 12 horas. Es un material no poroso, no fibroso y no absorbente por lo que no araña ni seca las paredes vaginales por lo que disminuye la probabilidad de sufrir dermatitis vulvar irritativa o alérgica, vulvovaginitis o sequedad vaginal.
- Económica y duradera: su vida útil es de aproximadamente 10 años, en pocos meses de uso se recupera la inversión.
- Ecológica: no genera residuos.
- Sin infecciones: No permite que los gérmenes se acumulen en ella reduciendo así el riesgo de candidiasis, cistitis y vaginosis bacteriana.
- ¿Cómo se utiliza?
Antes de utilizar la copa por primera vez, se debe esterilizar. Según la copa que sea, existen varias opciones:
- Poner agua a hervir en un cazo e introducir la copa en el interior durante 3 minutos
- Poner agua a hervir en un cazo y posteriormente pasarla al esterilizador con la copa dentro durante 3 minutos
- Poner agua en el esterilizador con la copa dentro y calentarla en el microondas durante 3 minutos
Una vez esterilizada, se procede a la colocación. Es importante que estés tranquila y relajada para que los músculos no se tensen y sea más fácil. Hay 3 formas principales de plegado de la copa para introducirla: plegado en C, plegado en S y plegado en V (tal y como se observa en la imagen). Por lo general, la forma más práctica es el plegado en V.
Se debe introducir en la vagina con un ángulo de 45 grados aproximadamente, direccionada hacia el ano, no recta hacia arriba. Una vez dentro, se sujeta de la base y se desliza un poco hacia fuera para favorecer el vacío.
La gran mayoría tienen un hilo colgando de la base que te servirá como guía para llegar a la misma cuando sea el momento de retirarla. Nunca tirar del hilo para sacar la copa, simplemente es una guía para alcanzar la base. Una vez encontrada la base, se debe presionar para romper el vacío y se tira de ella. Después de quitarla, se vacía y se puede lavar con un poco de agua.
En un mismo ciclo se lava con agua y un poco de jabón si es necesario. Se debe esterilizar una vez que se guarda para el ciclo siguiente y lo mismo antes de colocarla por primera vez en cada ciclo; la limpieza es muy importante para que se conserve en buen estado durante todos sus años de vida útil.
- ¿Cómo saber cuál es tu talla?
Hay varios factores que influyen en la elección de la talla: la edad, el haber tenido partos o no, la práctica de ejercicio físico (cuál y con qué frecuencia), la altura, la complexión… La cantidad de flujo afecta la frecuencia con la que debes cambiarte la copa, pero NO afecta a la talla, por lo que el pensamiento de que por tener más flujo necesitas una talla mayor es ERRÓNEA.
Existen 3 tallas: S, M y L. Según tus características, necesitarás una talla u otra.