Ya se va notando la llegada del verano y con el buen tiempo lo que menos apetece es estar en casa, ¿verdad?. Por ello, es en esta época del año cuando más nos exponemos a la radiación solar. Debemos estar alerta y no confiarnos porque, como ya comentamos anteriormente: el sol, en exceso, puede ser nuestro enemigo más cruel.

Hoy te planteamos la siguiente pregunta: ¿sabes en qué debes fijarte a la hora de elegir un buen protector solar? Atenta que en este post te damos las claves.

• Lo más importante que debemos mirar a la hora de comprar un protector solar es que éste ofrezca una protección de amplio espectro, es decir, que nos proteja tanto de la radiación ultravioleta B (UVB) como de la radiación ultravioleta A (UVA). Fíjate que en la caja aparezcan ambas leyendas. Actualmente, podemos encontrar fotoprotectores que, además de proteger frente al UVB y UVA, nos protegen también de los rayos infrarrojos (IR-A) y del espectro visible.

• En segundo lugar, debemos fijarnos en los filtros que incluyen. Los filtros solares son los encargados de impedir que la radiación ultravioleta que recibimos dañe nuestra piel. Podemos clasificarlos en tres grupos:

1. Filtros físicos: son impermeables a la radiación solar y actúan sobre la radiación por reflexión, es decir, que reflejan la luz (modo espejo). Además de los rayos ultravioleta, controlan los visibles y el infrarrojo. Los más conocidos son el óxido de zinc y el dióxido de titanio.
2. Filtros químicos: absorben la radiación y la transforman en una longitud de onda distinta, inocua para la piel. Dentro de este grupo estaría el octocrileno, las benzofenonas, los derivados del PABA y el ácido sulfónico, entre otros.
3. Filtros biológicos: son antioxidantes y reparadores. Destacan el Fernblock, la vitamina C, E, A y el té verde, entre otros.

   Actualmente, son muchas las fórmulas que combinan las tres modalidades de filtros para conseguir un efecto sinérgico.

• En tercer lugar hay que conocer qué factor de protección solar (FPS) debemos usar. El FPS hace referencia a la protección frente al UVB e indica el tiempo que podemos exponernos al sol sin riesgo de sufrir quemaduras. Así pues, si una piel se enrojeciera a los 10 minutos de estar al sol, tras aplicarse un FPS 15, ésta podría soportar quince veces más la radiación solar sin quemarse, es decir, 150 minutos.

  Cada persona tiene que saber su especial sensibilidad a la exposición solar y saber el tiempo que se puede exponer al sol sin riesgo de quemaduras. Os recordamos que el término “pantalla total” no existe. El índice máximo permitido es el FPS 50+ (protección muy alta).

• También debemos tener en cuenta si el protector solar es o no resistente al agua. Existen dos expresiones que recogen la capacidad protectora de la fórmula sobre la piel al entrar en contacto con el agua:

1. Si lo que leemos es water resistant, esto quiere decir que el fotoprotector no ha perdido la eficacia después de 40 minutos en agua.
2. Si por el contrario pone water-proof, esto indica que, tras 80 minutos en el agua, el fotoprotector sigue manteniendo sus propiedades.

   Aunque los filtros resistan cierto tiempo en el agua, tenemos que tener en cuenta que, si después nos secamos con la toalla, vamos a eliminar parte de la fotoprotección. De ahí que sea necesario reaplicar el producto tras cada baño o en condiciones de sudoración excesiva.

   Por último, es clave que las texturas sean agradables y se adapten a la zona de aplicación y al tipo de piel de cada uno. Al final, si la aplicación es agradable y cómoda, no nos va a costar tanto trabajo el hecho de volver a reaplicar el protector solar y vamos a asegurarnos una mejor fotoprotección.

   Existen muchísimas presentaciones (crema, loción, emulsión, bruma…) y, en función de dónde queramos aplicar el protector, elegiremos una u otra.

   También, según nuestro tipo de piel, serán más apropiadas unas texturas u otras y habrá que tener en cuenta su composición. Por ejemplo, en el caso de las pieles acneicas, es imprescindible que la fórmula no incluya componentes grasos y sea no comedogénica para que no obstruya los poros.

Esperamos que estas recomendaciones te sirvan de ayuda a la hora de elegir tu protector solar.

No olvides la importancia de protegerte del sol, crea tu propio escudo.

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