¿Qué es para ti el sol? ¿Amigo o enemigo?
¿Lo ves como una fuente de vida y de energía, lo amas por si capacidad antidepresiva, ves sus buenos efectos terapéuticos, es tu fuente de vitamina D, y viene bien para regular tu sueño y tu descanso? Lo ves como un amigo!
Sin embargo, ¿piensas en él como sinónimo de quemaduras solares, problemas en la piel como dermatosis, sensibilidad, inmunosupresión, envejecimiento, manchas y cáncer de piel? Entonces más bien lo ves como un enemigo.
¿Ninguna de las opciones 100%? ¿Piensas que tiene efectos negativos y a la vez positivos para tu salud? Esta es la opción de la mayoría de las personas, y por eso, debes evitar sus efectos negativos en tu piel, y nosotras te vamos a ayudar.
De todas las radiaciones que alcanzan el interior de la piel, las que tienen un mayor impacto en la misma son las radiaciones UV, pero hoy en día hay protectores solares que no solo evitan estas radiaciones UV sino que también te protegen de las demás, las IR y el visible. Esto hace que unos protectores solares sean más completos que otros.
Efectos nocivos de las radiaciones:
UVB: Son los responsables de las quemaduras, de la inmunosupresión, y del cáncer de piel.
UVA: Son los responsables de la aparición de manchas, de las reacciones de fotosensibilidad, del fotoenvejecimiento, de la inmunosupresión y también del cáncer de piel. ¡Cuidado! Esta radiación la recibimos durante todo el año, no solo en verano, penetra de manera profunda en la piel y atraviesa nubes y ventanas.
Luz azul: Responsable de la aparición de manchas en fototipos oscuros y del fotoenvejecimiento.
IRA: Responsables de eritemas y envejecimiento cutáneo.
Nuestra conclusión es que lo mejor es utilizar un protector solar que proteja ¡frente al máximo número de radiaciones posible!
También la radiación solar tiene un impacto en la piel a otros niveles. Aumenta la deshidratación, reducción de la función barrera, hiperpigmentaciones o manchas y fotoenvejecimiento. Por eso, entre las funciones de un buen protector solar debemos buscar:
1.- La máxima protección: Frente a UVB, UVA, IRA, Luz visible y polución. Con filtros solares, pigmentos, complejos antioxidantes y escudos antipolución.
2.- La máxima corrección: Los últimos protectores solares del mercado de farmacia, protegen y corrigen los signos del fotoenvejecimiento con activos antiedad como niacinamida, ácido hialurónico, péptidos antiedad, y con activos antimanchas.
3.- La máxima reparación: Ingredientes destinados a proteger, hidratar, y reparar los daños que producen las radiaciones, como por ejemplo, la niacinamida y el pantenol.
Y si además de todo esto buscas corregir el tono desigual de la piel o un acabado uniforme, súmale pigmentos de óxido de hierro y dióxido de titanio para que sea un protector solar con color, sin perder ninguna de las características anteriores.
Una vez concienciados de que debemos utilizar el protector solar más completo y durante todo el año de manera rutinaria, pensemos en el resto de la familia, en concreto, en los más pequeños. ¿Por qué solo utilizamos su protector solar en la playa? ¿Y cuando van al parque? ¿O cuando pasan horas jugando a pleno sol? Os dejamos unos datos:
Entre el 25-50% de la exposición solar a lo largo de la vida se produce en las dos primeras décadas de nuestra vida.
Del 55.72% de los niños sufren quemaduras solares al año.
Solo una quemadura solar en la infancia duplica el riesgo de tener un melanoma en la edad adulta.
Los niños deben utilizar un protector solar de amplio espectro de radiación, que sea resistente al agua y al sudor, y re-aplicarlo cada 2h o después de baños largos con juego.
Nosotras te ayudamos a elegir el mejor protector solar para ti y para tu familia, ¡pregúntanos!