Ya hemos vuelto al cole y el miedo a los piojos continúa. Se ha hablado mucho de que estos pequeños bichejos se han hecho resistentes a los tratamientos; y a lo que se han hecho resistentes es a la mala utilización de dichos tratamientos. Los productos son una ayuda a la hora de eliminar esta infestación; pero ello no quita que tengamos que proceder al ” despiojado” manual para poder eliminar; sobre todo las liendres o huevos del piojo. Para ello contamos con las lendreras, que son pequeños peines con las púas muy juntas que al pasarlas por el pelo consiguen arrastrar las liendres que están como pegadas con un cemento que produce la mamá pioja. Y esto, es una tarea engorrosa y larga.
A parte, las modas de las melenas súper largas, y de llevarlas al viento, no ayudan a que no se propaguen estos parásitos. Por tanto, recomendamos varias medidas preventivas, como llevar el pelo recogido para bajar la temperatura del cuero cabelludo, puesto que a los piojos les gusta el calorcito. Y no lavar el pelo todos los días, que aparte de agredir el cuero cabelludo ,si no es con productos equilibrantes, hace que atraigan a los piojos, porque aunque parásitos, son muy sibaritas y no les gustan los ambientes sucios. También utilizamos ciertos productos repelentes, normalmente de origen natural como el extracto de árbol del té; pero hay que tener en cuenta que habría que reaplicarlos todos los días para que su efecto sea real.
Aún siguiendo todos estos consejos; si una cabeza sin piojos se pone pegadita a otra cabeza que es una granja de bichos, lo más seguro es que se produzca el contagio. Por ello es más común encontrar los piojos en niños en edades escolares, por su tipo de vida en comunidad, y porque intercambian utensilios de pelo o tipo gorros con sus compañeros. Los piojos no saltan, y no aguantan mucho tiempo sin estar en contacto con los humanos y sin alimentarse de su sangre.
Los piojos van a la cabeza porque sus pinzas tienen el tamaño adecuado para agarrarse al cabello humano que tiene un diámetro determinado; por ello no nos lo pueden contagiar los animales domésticos. Pero hay que recordar que las pestañas tienen ese mismo tamaño, y nos podemos encontrar piojos en esa zona, sobre todo en bebés, ya que su pelo aún no está desarrollado.
Por lo comentado anteriormente, y por no aburriros, si tuvierais la visita de estos molestos bichitos, os invitamos a que nos visitéis y os intentaremos dar los mejores consejos para libraros de ellos. Y si tuvierais duda de si os han visitado, pasaros por la farmacia, y con nuestra cámara especial podremos localizar las liendres para confirmar la visita.