Los filtros físicos o minerales son unos polvos blanquecinos de origen natural que actúan reflejando las radiaciones solares, es decir, rebotan en su superficie, impidiendo que las radiaciones penetren en la piel.

Los más utilizados son el talco, la mica, el caolin , el oxido de Titanio y el óxido de Zinc.

Este tipo de filtros tienen sus ventajas e inconvenientes.

VENTAJAS:

1. Estabilidad: Siguen manteniendo su acción de refracción mientras se mantengan en la superficie cutánea. Ya que no dependen de una reacción química. Son fotoestables, no se degradan con la luz.
2. Eficacia: Tienen un origen mineral,  funcionan como una pantalla, son capaces de reflejar y dispersar la radiación ultravioleta (UV), también controlan la luz visible y la radiación infrarroja. Por lo que podemos decir que son de amplio espectro.
3. Sensibilidad: Al no ser absorbidos, se quedan en la superficie de la piel, por lo que no provocan reacciones indeseadas como alergias. Están recomendados en pieles sensible, alérgicas o menores de 3 años ( no se debe exponerlos a sol directo).
4. Remanencia: Al ser un filtro físico se queda pegado a la piel durante más tiempo, y no se ve casi afectado por el sudor.

DESVENTAJAS:

1- Textura: Al ser polvos blanquecinos que deben estar en una concentración adecuada para dejar una capa uniforme sobre la piel, pueden resultar un poco densos, y dejar restos blanquecinos que no resultan agradable a la aplicación.

2- Tecnología: Se han mejorado las texturas haciendo micro y nano partículas de estos minerales, las cuales hacen que las emulsiones sean más agradables a la aplicación y no haya casi rastros blanquecinos.

Este tipo de filtros los puede usar cualquier persona, de hecho como los filtros químicos y orgánicos no son capaces de cubrir todo el espectro, se recurren a mezclas de filtros, entre ellos minerales para hacer una cobertura más completa.

Pero es cierto que hay personas que tienen más indicado el uso de fotoprotectores con sólo filtros físicos o con una mayor proporción de estos.

Como son:

1. Niños: La piel de los niños es como un acordeón que según vayan creciendo se va expandiendo, por lo que tienen una superficie en exposición mayor a la de un adulto para el volumen que tienen. Sus pieles suelen ser más claritas, y tienen los mecanismos de defensa aún sin desarrollar.
2. Deportistas: Cuando se realiza deporte se suda, y el sudor cambia el PH de la piel, se refleja la luz, cambia la actividad de las glándulas sebáceas, y finalmente se altera la barrera cutánea. Por ello son adecuados los filtros físicos, porque no cambiarían ante estas circunstancias, y por su mayor remanencia sobre la piel.
3. Pieles sensibles y alérgicas. Como hemos comentado, se quedan en la superficie de la piel, por lo que no interactúan con estructuras internas de esta, pudiendo producir reacciones no deseadas. Las pieles sometidas a tratamientos estéticos también se engloban aquí.
4. Fototipos claros que necesitan una protección continua.
5. Pacientes oncológicos. El óxido de Zinc y el óxido de titanio están autorizados como cosméticos para el uso en pacientes oncológicos, pero no se pueden usar como nanopartículas, por lo que serán cosméticos blanquecinos que nos darán una protección física.

No hace falta que te lo aprendas todo, para eso estamos nosotras.

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