¿Quién no ha oído hablar de las ampollitas que obran maravillas en nuestros ya estupendos rostros? Pues por si alguien todavía no se ha enterado os voy a contar en que consisten.

Las ampollas se han convertido en un imprescindible en la rutina de belleza para muchas de nosotras, ya que suponen una cura de choque para nuestra epidermis, realzando la belleza del rostro y dando luz y vitalidad, por lo que ¿quién no caería rendida ante ellas? Las ampollas son la nueva tendencia en cosmética facial, incluso más usadas que los ya conocidos sérums.

Existen varios laboratorios que han apostado por esta forma cosmética y aunque cada uno tiene su fórmula específica existen tres ingredientes que podemos considerar comunes: vitamina C, proteoglicanos y factores de crecimiento:

• Vitamina C: por su acción antioxidante nos protege frente a los radicales libres que producen el fotoenvejecimiento, nos aporta luminosidad y nuestra piel parece estar llena de energía. También puede tener cierto efecto despigmentante.
• Proteoglicanos: son proteínas capaces de acumular agua, hidratando la piel en profundidad, por lo que es ideal para las pieles secas. Favorece el anclaje de las fibras de colágeno haciendo que nuestra piel tenga más elasticidad. Por su acción antioxidante, son estupendos después de tomar el sol. Además, poseen propiedades reafirmantes.
• Los factores de crecimiento de SCA  (secreción de caracol Cryptomphalus aspersa) contribuyen a reactivar los fibroblastos (aportan firmeza y elasticidad a la piel) y los queratinocitos (dan forma y funcionalidad a la epidermis) favoreciendo el rejuvenecimiento celular.  Gracias a los factores de crecimiento de SCA se genera el Efecto Loop, por el cual se inicia una acción en cadena de efecto multiplicador que reactiva las células de la piel, haciendo que se comporten como células jóvenes.  La juventud de tus células es la juventud de tu piel.

Tanto laboratorios Martiderm como Cantabria Labs  nos ofrecen un amplio surtido de ampollas para todos los gustos: